12/4/11

Fundas de opio

La tierna enseñanza de la vida, está por encima de las cosa que estima el ser, permite la cotidianeidad, un velo exige que nos desenvolvamos en un tiempo indefinido por el ser, pero a manera de sueño, decidimos y tenemos las cosas inconclusas, para atardecer un día o una noche frío y delirantes por un extraña manera de vivir, una vendimia de ideas que la sociedad regala o alquila en un lugar inexistente, lleno de palabras que remiten a gozar y a fantasear. Es en tanto un espacio el que la mente cubre para poder simular un futuro, un pasado y un presente, que un impasse queda irremediablemente obturado, no por siempre, pero si en un instante. Es necesario obtener discernimiento y paciencia para desnudar las ideas que se realizan en un capitonado para mostrar la realidad, cada cuento, una fabula, la idea de completud y de belleza, una forma irónica de certeza y de esparcimiento que nos juega un espejismo o una grandeza al tener que ser y estar en un momento, en un instante y en cada tiempo.

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